Significado y Simbolismo
El nombre Jade evoca de inmediato la imagen de una piedra preciosa de singular belleza, conocida por su característico color verde intenso, aunque también se encuentra en otras tonalidades como el blanco, el lavanda, el amarillo o el negro. El significado del nombre está intrínsecamente ligado a esta gema y a las propiedades y simbolismos que se le han atribuido a lo largo de la historia en diversas culturas del mundo.
Etimológicamente, el nombre Jade proviene del español antiguo “piedra de ijada”. Los conquistadores españoles, al llegar a América, observaron que los pueblos mesoamericanos, como los aztecas y los mayas, utilizaban esta piedra no solo para crear ornamentos y objetos rituales, sino también con fines terapéuticos. Creían que colocar la piedra sobre el costado o la “ijada” ayudaba a aliviar dolencias renales y cólicos. De esta creencia y uso surgió el nombre “piedra de la ijada”, que con el tiempo se acortó a simplemente “ijada” para referirse a la piedra.
La palabra “ijada” proviene del latín ilia, que significa “flanco” o “costado”. La conexión con la piedra y su supuesto poder curativo dio origen a su nombre en español. Posteriormente, el término pasó al francés como “l’ejade”, donde, por un error de segmentación (interpretando “l’ejade” como “la jade”), se consolidó la forma “jade”. De ahí, el nombre fue adoptado por el inglés y otras lenguas.
Como nombre propio, Jade es una adopción relativamente moderna del nombre de la gema. Su significado como nombre, por lo tanto, se nutre directamente del simbolismo asociado a la piedra:
- Pureza y Belleza: La jade es apreciada por su estética, su brillo y la riqueza de sus colores, lo que confiere al nombre